viernes, 26 de agosto de 2016

Camino a caravaca (y IV)


Caravaca conserva un trozo de la cruz de Cristo desde mediados del siglo XIII, aunque el que hoy se guarda en la basílica no es el original que dos ángeles le presentaron al alimón al rey almohade Abu-Ceyt, que al verlo se convirtió ipso-facto, porque ese se lo llevaron unos ladrones en 1934 y de él nunca más se supo. El de ahora es uno de repuesto que tenían en el Vaticano y que el Papa Pio XII les regaló en 1945 a los murcianos para que se les quitara el disgusto. Según se cuenta, este lo encontró Santa Elena, madre del emperador Constantino, en el mismísimo Gólgota allá por el siglo IV. Por un trozo de la cruz más o menos está claro que en el Vaticano no estaban. Del valor incalculable de la Vera Cruz da una idea el hecho de que en las tiendas de recuerdos se venden cruces de imitaciôn por hasta diez euros. 
–¿Y esas que son un imán para nevera? 
–De uno y de dos.