martes, 31 de julio de 2012

Liverpool Street (V)

El otro día, la comentarista de RTVE Julia Luna llamó mataos a los participantes en las primeras rondas de la jornada de natación y la gente se le ha echado encima. La pobre comentarista dijo lo que dijo confiada de que el micrófono estaba cerrado y no sé si a estas alturas se ha disculpado. No debería, porque realmente eran unos mataos.

Invocando aquello de “lo importante es participar” que Pierre de Coubertin nunca dijo, el COI promueve la completa universalización de los Juegos eximiendo a los representantes de algunas pequeñas naciones de todavía más pequeño peso deportivo de la obligación de contar con marca mínima alguna para poder inscribirse en determinadas pruebas del programa de atletismo y natación. Naturalmente, circunscriben casi exclusivamente ese privilegio a estos dos deportes porque, además de ser los dos más representativos de los Juegos, es en ellos también donde menos molestos resultan los invitados: se les pone a competir uo detrás de otro en las rondas eliminatorias de primera hora de la mañana y se les sentencia rápido y sin contemplaciones. La cosa estaría bien si no fuera porque algunos de esos atletas o nadadores ni siquiera practicaban ese deporte hasta unos meses antes.

En el último mundial de atletismo -a la IAAF también le gusta mostrarse generoso en las pruebas que organiza- el representante de la Samoa Americana en los 100 metros lisos era un lanzador de peso. ¿De verdad pretendían hacernos creer que en toda Samoa no había nadie que corriera más rápido que aquel barrilete? No, el problema no es que sean unos mataos. Es que por lo visto algunos también son unos enchufados.

lunes, 30 de julio de 2012

Liverpool Street (IV)

Apareció de repente en el programa sin que hubiera antecedentes sólidos que lo justificaran, pero aquí se quedó para siempre. Durante cuatro años apenas concita la atención de los medios -más allá de la recurrente publicación de unas fotos que, por otra parte, no dejan de ser siempre las mismas-, pero llegan los Juegos y nuevamente el voley playa se convierte en uno de los deportes de mayor audiencia. Si es verdad que la hipocresía es el homenaje que el vicio rinde a la virtud, como escribió François de la Rochefoucauld hace ya casi cuatro siglos, el voley playa es el deporte más hipócritamente homenajeado de los Juegos Olímpicos.

domingo, 29 de julio de 2012

Liverpool Street (III)

El balonmano es uno de esos deportes cuyos partidos normalmente se deciden en los cinco últimos minutos, a pesar de lo cual sus dirigentes se empeñan en que duren una hora. Así que a la espera de esos cinco minutos finales suelo dedicar el resto del tiempo de la retransmisión a zapear por las otras cadenas. En varios de mis periódicos retornos al partido para ver cuánto falta escucho al comentarista de RTVE utilizar la palabra “esférico”. En este mundo solo los periodistas dicen “esférico”. Los demás decimos “balón”, “pelota” o, en un alarde poético al que no todos se arriesgan, “bola”. "Esférico" jamás. Como tampoco "guardameta", no sé si se han fijado.

Se comprende que los comentaristas de televisión no hablen en todo momento como la gente de la calle, pero la gente de la calle deberíamos poder hablar como los comentaristas de televisión sin parecer gilipollas.

sábado, 28 de julio de 2012

Liverpool Street (II)

Si a cualquier atleta le preguntas cuál es el sueño de su vida como deportista, te contestará que ganar la medalla de oro olímpica. Lo mismo te responderá un nadador, un luchador, un piragüista, un remero, un tirador de esgrima, un judoca o un jugador de balonmano. Si se lo preguntas a un ciclista de fondo en carretera te contestará que su sueño es ganar el Tour de Francia. No sé, por tanto, qué hace el Comité Olímpico Intrnacional organizando pruebas ciclistas de ruta dentro de los Juegos.

Porque, además, lo que se valora en un campeón es la previsibilidad. Golpes de suerte al margen, lo normal es que si cada una de las competiciones de atletismo, natacion, remo, judo y demás se repitiera al día siguiente, el ganador sería el mismo. O al menos lo sería dos veces de cada tres que se disputara. En la prueba de ciclismo en ruta, si la prueba se repitiera a lo largo de la semana, lo normal es que al final hubiera siete ganadores diferentes.

Los Juegos Olímpicos deben ser en todo caso la más importante competición deportiva del mundo, no una tómbola de saldos. En la de Londres ha ganado Alexandre Vinokourov. Enhorabuena, pues, qué más quieres que te diga.

Liverpool Street (I)

Me quedo a ver la ceremonia de apertura solo porque en las apuestas sobre quién será el encargado de encender el pebetero el favorito es nada menos que Roger Bannister y no sé qué me pasa que últimamente estoy hecho un sentimental. Las ceremonias de apertura me resultan todas un coñazo, pero por nada del mundo quisiera perderme uno de los pocos momentos que pueden resultar emotivos entre tanta coreografía absurda y tanto desfile interminable. Ya me perdí en 1996 cómo Muhammad Ali encendía el pebetero del estadio olímpico de Atlanta y eso es algo que nunca me he perdonado.

Pero después de casi cuatro horas de retrasmisión en las que lo mejor ha sido precisamente lo que se ha emitido grabado, me voy a dormir con la primera decepción de estos Juegos. El único consuelo que me ha quedado es que allí, sujetando la bandera olímpica, estaba otra vez Alí, al que Ernest Riveras, comentarista de RTVE, se ha referido como el mejor deportista del siglo XX. Por fin alguien más se atreve a decirlo.

domingo, 15 de julio de 2012

Cinema paradiso

"La cento chilometri" (1959), de Giulio Petroni

miércoles, 11 de julio de 2012

La larga marcha

Y ahora pongámonos todos de pie.

lunes, 2 de julio de 2012

A medias

Campeonato de España de Veteranos. 5.000 mm. Águilas. Ayer a las 19:55
Mi objetivo número uno era que no me echaran. El número dos, no hacer la peor marca de mi vida. El fracasar en el objetivo número uno me permitió saldar con éxito el número dos.