La idea era hacerlo entero. 185 km dando la vuelta a la isla de Menorca caminando. Caminando rápido, se entiende. En el control del km 54 estuve parado una hora, incapaz de comer nada -pedí un plato de pasta y me quedé mirándolo- pero atiborrándome de cocacola, mientras pensaba cómo iba a explicar al volver a casa que me había retirado con tan pocos km. Al final me di cuenta de que me iba a resultar menos doloroso intentar llegar al siguiente control, el del km 100, y abandonar allí con el consuelo de haber cubierto más de la mitad del recorrido. Así de paso veía Mahón. Llegué a las cuatro y media de la madrugada después de haber caminado 19 horas, caído tres veces y perdido dos. Al menos allí me pude comer unas pechugas de pollo.
lunes, 6 de mayo de 2024
Suscribirse a:
Entradas (Atom)