jueves, 29 de marzo de 2007

Los que abandonan

Admiro a esa gente. A los que no han abandonado una prueba jamás. No nos confundamos: no es que eso les haga mejores atletas, porque hay muchas maneras de terminar una prueba y no todas igual de dignas, pero hay que reconocer que, con todo, mantener el historial limpio tiene su mérito. Y yo los admiro, lo digo una vez más por si no ha quedado claro, pero a duras penas consigo soportarlos. Porque tarde o temprano acaban restregándotelo por la cara, los hijoputas.
-Yo en veinte años de carreras no me he retirado en ninguna –afirman ufanos.
-Pues yo –acostumbro a replicar entonces- una vez me retiré cuando iba el primero y le sacaba cuatro kilómetros y medio de ventaja al segundo.
Todavía no he encontrado a nadie que me gane en eso.
Fue en Schiedam, un pequeño arrabal de la ciudad de Rótterdam, en una prueba de 100 millas (160,9 kilómetros). Era mi primera prueba de 100 millas, mi primer intento de convertirme en un centurión, que a la marcha de gran fondo viene a ser lo que al judo el cinturón negro quinto dan.
Cuando me retiré había hecho ya 112 kilómetros de los 160 de los que, ya digo, constaba la prueba, tenía tiempo de sobra para bajar de las 24 horas y, lo repito por si alguien no se había enterado todavía, iba el primero. Pero, escuchen, si hubiesen estado en mi lugar habrían hecho lo mismo. Yo ya no podía más. Había ido verdaderamente rápido durante los primeros 60 o 70 kilómetros, pero en cuanto llegó la noche la cosa empezó a complicarse. Visto que era mi primera prueba de más de 100 kilómetros, seguramente debí haber salido más despacio, reservando fuerzas para unos kilómetros finales que desconocía completamente. Ya, pero es que pronto me di cuenta de que no solo podía convertirme en un centurión, sino que además podía ganar aquella carrera. El tipo que había marchado codo con codo conmigo durante los primeros cincuenta kilómetros –un holandés alto y desgarbado- había tenido que pararse un par de veces –para nada en especial, simplemente se sentaba y descansaba- y había perdido mucho tiempo, así que no tardé mucho en doblarlo. Los primeros problemas llegaron poco después. Había ido demasiado rápido, pero también había comido demasiado. La cosa era comprensible. Porque la carrera era en Schiedam, ya saben, pero yo había dormido en Ámsterdam, a más de una hora de viaje en tren, más el correspondiente trasbordo y un nuevo recorrido, este en cercanías, y como la salida era a mediodía había tenido que dejar con cierta premura del hotel, no fuera a perder el expreso de las ocho y cuarto, por lo que me presenté en el circuito sin haber desayunado más que un chocolate en una máquina de la estación. Total, que para compensar fui desayunando sobre la marcha echando mano del avituallamiento desde el principio, esta vuelta un poco de zumo de naranja, a la siguiente un bollo, la tercera un sándwich y un poco más de zumo, gracias, ¿pondrán café más adelante? El estómago me dio los primeros avisos poco después de lo que debería haber sido la mitad de la prueba, que en España viene a ser la hora de la merienda pero que en los Países Bajos ya es la de la cena, menudo lío, ¿me zampo un yogur natural o mejor un sándwich de pollo?, así que cuando pasé los cien kilómetros, hacía ya casi veinte que no probaba bocado, tenía unas enormes ganas de vomitar, mis fuerzas iban disminuyendo y tenía las piernas tan agarrotadas que una vez que me paré con la intención de hacer un par de estiramientos a duras penas pude llegar a tocarme las pantorrillas. Como se me desaten los cordones de las zapatillas estoy listo, recuerdo que pensé.
A aquellas alturas mi ritmo de marcha había quedado reducido al de una simple caminata y la palabra abandono me rondaba ya por la cabeza con una insistencia preocupante. Hasta ese momento solo me había retirado tres veces en mi vida, una por culpa de una diarrea espantosa y dos casi seguidas a causa de una persistente baja forma que luego resultó ser consecuencia de una anemia. Me quedaban más de cuarenta kilómetros, al paso que marchaba más de cinco horas de marcha. Yo no me veía capaz de marchar media hora más, no digamos cinco enteras. Y ya no hablo del sueño que tenía.
-Abandono, Hans. No puedo más.
Hans era el organizador de la prueba y en ese momento estaba a pie de circuito animando a los marchadores. Hans se había mostrado muy sorprendido al verme aparecer allí a primera hora de la mañana. Era el primer español que participaba en la prueba en toda su historia.
-¿Pero cómo vas a abandonar si vas el primero?
Y me paré allí mismo para demostrarle cómo se hacía.
-Venga, continúa al menos una vuelta más.
-No, te he dicho que me retiro. ¿No ves que no puedo con mi alma?
-Venga, otra vuelta.
-No.
-Otra vuelta.
-No.
-Solo una.
-Bueno.
Hans me acompañó aquella vuelta, que hicimos andando tranquilamente, él intentando convencerme de que no fuera la última y yo intentando cambiar de conversación.
-¿Y cuántos habitantes tiene Schiedam, Hans?
Conque al llegar a la línea meta me senté en una silla y dije que de allí no me movía.
-Que me retiro, leche.
Estuve allí sentado cerca de una hora. Hasta que vi pasar al holandés que hasta aquel momento había ido segundo y que ahora ya iba en primera posición. Alcé la mano para saludarle y luego me fui a dormir.

lunes, 26 de marzo de 2007

Ha sido un placer, pero...


Lo siento mucho, pero todo tiene un límite y yo no estoy dispuesto a depositar durante más tiempo mis ilusiones en la práctica de un deporte en el que la mera arbitrariedad sea la norma fundamental que todo lo rija. Y hoy en día, tal como están las cosas, los resultados que se registran al final de una prueba de marcha responden en gran medida a causas puramente subjetivas. Dice el reglamento que en la progresión del marchador no debe darse perdida de contacto visible al ojo humano. Ya, pero es que no existe el ojo humano; existen ojos humanos, y algunos ven pérdida de contacto donde otros no ven absolutamente nada (por no hablar de los que no quieren ver nada, aunque eso es algo que merece discusión aparte y quizás con palabras un tanto más gruesas). Lo siento mucho, ya digo, pero aunque en esta primera parte de la temporada me lo he pasado muy bien compartiendo espacio y objetivos con los marchadores de 20km, me vuelvo a lo mío, que es el gran fondo. Allí, tras 200 kilómetros recorridos a seis y medio o siete minutos el kilómetro, el que gana es el que ha marchado más rápido, no el que ha conseguido que los demás crean que ha marchado más rápido cuando lo que ha hecho es, simple y llanamente, correr. Ha sido un placer, ya digo. Pero me vuelvo. Quizás el año que viene…

domingo, 25 de marzo de 2007

Tendrá que ser el año que viene

Este año había decidido participar en los 200km de Chateau-Thierry. Es la prueba más dura del calendario, pero allí tengo muchos amigos, los premios no están mal y, además, el viaje me permite darme un paseo por París a la vuelta. En Chateau es donde tengo mi mejor marca en 200km: 23 horas 25 minutos y 24 segundos. Y en 2002 quedé segundo.
La prueba era este fin de semana, así que no hará falta que diga que al final no he ido y me he quedado en casa siguiendo su desarrollo a través de la "transmisión" on-line que hacían los amigos de Marchons.com. Me he librado de una buena porque parece que no solo ha llovido durante gran parte de la noche, sino que encima hacía un frío que pelaba. Ha ganado Sergei Dvoretski con 22:51:00 por delante de Urbanowski (23:04:35), Heinrich (23:39:59) y Fifi Morel (24:09:54).
Foto gentileza de www.startimage.net.

Lo dicho



Vidal, su libro y sus protagonistas
La presentación del último trabajo del periodista reúne a centenares de deportistas
A.O. (Última Hora)
La presentación en sociedad de «Mallorca tierra de campeones», la última obra del periodista Miguel Vidal Perelló (Consell, 1942), congregó en la Misericordia a una nutrida representación del pasado, presente y futuro del deporte de esta Comunitat, los grandes protagonistas del meticuloso trabajo que Vidal acaba de editar.
A lo largo de más de 450 páginas, el autor ofrece en este nuevo libro completas biografías de los personajes que han forjado la historia del deporte mallorquín. «Sólo he intentado rescatar del olvido y poner en el lugar que se merecen a los grandes campeones que ha dado esta tierra», comentó Vidal durante su intervención.
Dolça Mulet, vicepresidenta del Consell, Guillem Timoner, seis veces campeón del mundo de ciclismo en pista y Pere A.Serra, presidente-editor del Grup Serra, arroparon al periodista y colaborador de Ultima Horaen un acto cargado de emotividad, que coincidió con el aniversario del legendario Timoner (81 años). Todos elogiaron la calidad humana y literaria de Vidal y su pasión por el deporte y los deportistas mallorquines, «el país que más deportistas tiene por metro cuadrado», recordó Pere A.Serra.

sábado, 24 de marzo de 2007

Tierra de campeones

Acudo, en la sede del Museu de l´Esport, a la presentación del libro "Mallorca, tierra de campeones", de Miguel Vidal. El libro recoge un millar de semblanzas de otros tantos deportistas mallorquines de todas las épocas. Al finalizar el acto, los presentes citados en las páginas del libro posamos para la foto de rigor con el autor. Están, entre otros, los ciclistas Guillem Timoner y Miguel Alzamora, el submarinista Pep Amengual, los boxeadores Francisco Fiol y José Luis Vicho, el motociclista Jaime Mariano... Me pongo en un rincón.

viernes, 23 de marzo de 2007

Y sigo haciendo planes


Entre ataque de tos y ataque de tos, me entretengo en planificar mis objetivos para la segunda parte del año. Empiezo tomando nota de las pruebas que se celebran a partir del verano.

28-29 julio: Campeonato RWA 100 millas (Londres, Gran Bretaña)
11-12 agosto: 24 horas de Kuala Lumpur (Malasia)
18-19 Agosto: 200 km de Graide (Bélgica)
15-16 septiembre: 28 horas de Roubaix (Francia)
6-8 octubre: 200 km de Vallorbe (Suiza)
Octubre (a determinar): 24 horas en pista (Gisors, Francia)
27-28 octubre: Tour de la Guadeloupe – 28 horas (Francia)

Lo siguiente es ponerse a entrenar de una jodida vez. Eso será mañana si por fin puedo librarme ya de los putos clinex.

martes, 20 de marzo de 2007

Doble-doble apoyo


Charly sur Marne. Fotos cortesía de Startimage.net.

lunes, 19 de marzo de 2007

Planes alternativos

Una vez que ya he dedicido renunciar a participar en prueba alguna de gran fondo en los próximos meses y visto que tampoco me quedan muchas más opciones, aprovecho los minutos anteriores a la salida de la Media Maratón Ciudad de Palma para pasearme por los estands e ir recopilando información sobre posibles alternativas con las que salvar la temporada.
El 15 de abril, la I Mitja Marató de Pollença, campeonato de Baleares.
El 22 de abril, la I Carrera Popular Katmandú, en Magaluf. 10 kilómetros.
El 1 de mayo, la VIII Mitja Marató de Can Picafort
El 26 de mayo, la VII Mitja Marató Ciutat de Manacor

domingo, 18 de marzo de 2007

Colofón

Y para terminar de redondear una semana en blanco, salgo en la Media Maratón Ciudad de Palma con el objetivo de, al menos, hacer diez kilómetros. A duras penas llego al cuatro.

sábado, 17 de marzo de 2007

Semana de montaña


Pues se me ocurre ponerme enfermo precisamente la semana que tenía planificada una salida de unos pocos días por la montaña. Al final salgo igual, por lo que aquí puede vérseme, en lo alto del Coll de ses cases de neu, en plena Sierra de Tramontana, con una inflamación de garganta de tres pares de cojones.

sábado, 10 de marzo de 2007

Día de viento


Control de marcas organizado por la Federación de Atletismo de las Islas Baleares en las pistas del polideportivo Príncipes de España. Un diezmil. A las diez de la mañana. Y con este vendaval, ya te cagas. Dos inscritos en categoría masculina y dos en la femenina. Las chicas no aparecen. Solo estamos Tino y yo. Y el viento, un viento de cojones que se lo lleva todo.
BERNARDO: El control de hoy no va a servir para nada con este vendaval. No tengo ningunas ganas de salir a hacer 56 minutos.
TINO: Pues si tú no sales yo tampoco.
BERNARDO: No, si tú no sales no salgo yo.
Así que como no no ponemos de acuerdo nos ponemos a calentar. Diez minutos.
BERNARDO: ¿Sabes qué? No salgo. Sales tú solo y yo te voy cantando los parciales.
TINO: Ya tengo reloj.
BERNARDO: Es igual.
TINO: No quiero salir solo.
BERNARDO: Pues te jodes. Además, estoy resfriado.

Le acompaño a la grada. Faltan poco más de cinco minutos.
BERNARDO: ¿Sabes qué? Voy a salir. Pero como te retires te corto los huevos. Aquí no se retira nadie, ¿estamos?
TINO: Bueno.

Salimos. Tras la primera curva, una ráfaga de viento me envía a la calle tres. Pasó el primer mil en 5:26, con Tino delante, que se ve que hoy tiene ganas. Lo cojo antes del segundo kilómetro, que paso en 10:54. Ritmo de 55 minutos, ya ves qué hazaña. En una de las rectas el viento pega de cara y a veces hasta te detiene y en la otra te pega de espalda, con lo que acabas yendo volando, perdón señores jueces, no lo volveremos a hacer más. Vamos turnándonos en la cabeza aleatoriamente. El tres mil en 16:20. Tino que se me va y yo que empiezo a pensar ya en retirarme, haya dicho lo que haya dicho. Un chaval de los que se encarga de tener a punto el material para la competición nos anima: "Vaya huevos más bien puestos que tenéis". Coño, ahora ya no me puedo retirar. Cuarto kilómetro en 21:50. Una vuelta después veo que el secretario general de la federación se acerca a Tino y corre junto a él. Epps. Luego hace lo mismo conmigo.
SECRETARIO: Te comento... Vamos a suspender las pruebas. Hemos pensado que podíamos pasar este diezmil al sábado que viene y
BERNARDO: ...Y hoy hacemos solo un cincomil, ¿no?
SECRETARIO: Sí.
BERNARDO: Vale.

Me quedan solo 600 metros para los 5.000 y Tino me lleva 50 de ventaja, maldita sea. Hago el último kilómetro en 5:01.
Resultados: 1.- Bernardo JOSE MORA (63 SIU) 26:51.4; 2.- Tino RUESCAS (88 SIU) 26:57.7.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Un problemilla

Cosas como que se te desaten los cordones de las zapatillas –imprevisión total-, se te meta una china dentro –mala suerte- o te pisen por detrás y te descalcen –tremenda putada- nos han pasado a casi todos. Normalmente el problema se soluciona en cuestión de segundos –basta con pararse y agacharse- pero cabrea lo suyo. Dorit Attias, la marchadora norteamericana que el pasado fin de semana participó en el Campeonato de Francia de Gran Fondo (170km) debió de cabrearse todavía mucho más, porque a eso de las nueve de la noche (la prueba había empezado a las tres de la tarde) se tuvo que comprar unas zapatillas nuevas. Para ello hubo de conseguir que la casa Decathlon accediera a abrir las puertas del almacén (lo que también debió de cabrear un montón al pobre empleado al que le tocó ir a por las llaves). Por suerte, no fue necesario que fuera ella in person a comprarlas, porque un voluntario se ofreció a ir a por ellas y Dorit solo tuvo que decirle el número que calzaba y darle -se supone- el dinero. La estadounidense terminó finalmente la prueba en octavo lugar, cubriendo un total de 167,958 metros en las 24 horas en que estaba establecido el límite de la competición. La ganadora –lo cuento, ya que estamos- fue Kora Boufflert, que empleó un tiempo de 20h51'17'' para los 170km, seguida de Anne Marie Mesmoudi, con 21h00'17''. Tercera fue la inglesa Sandra Brown con 21h28'31'', por lo que la medalla de bronce fue para Dominique Alvernhe con 22h47'15''. En hombres, sobre la distancia de 200km, se proclamó campeón de Francia Christophe Erard con un tiempo de 22h27'23''. En segundo lugar se clasificó David Regy con 22h54'29''. Tercero fue el ruso Alexei Rodionov, con 23h 03'42", por lo que la medalla de bronce fue para el cuarto clasificado, Thierry Heinrich, que registró un crono de 23h16'16".
Foto cortesía de Marchons.com.

martes, 6 de marzo de 2007

Correresdecobardes TV


Imágenes del Campeonato de España de 20km marcha. Santa Eulalia, Ibiza, el domingo pasado. Por gentileza de Ultrawalking España (Santiago Seguí al aparato).

lunes, 5 de marzo de 2007

Una crónica ajena y una pregunta propia formulada sin ánimo de ofender



Reproduzco la crónica de Carlos Vidal para el diario Ultima Hora-Ibiza sobre la prueba de 20km del Campeonato de España. Como soy de fácil conformar, me considero satisfactoriamente citado en la referencia "resto de marchadores".
Paquillo impone su clase
Carlos Vidal - Ultima Hora Ibiza
Paquillo Fernández no dio opciones a sus rivales y se coronó en Santa Eulària campeón de España de los 20 kilómetros marcha masculinos por octava vez en su carrera deportiva. El atleta de Guadix llevó el peso de la prueba desde el principio y en ningún momento le flaquearon las piernas, a pesar de que era su primer veinte de la temporada. En los últimos kilómetros, además, aumentó el ritmo para llegar a la meta con un tiempo de 1h19'52", justo tres minutos de diferencia con respecto a Juan Manuel Molina y Robert Heffernan, segundo y tercero, respectivamente.

Había mucha expectación por ver en acción a Paquillo Fernández, un hombre que nunca había competido en Santa Eulària y que es la gran baza de la marcha española en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Y el granadino no defraudó. Desde los primeros compases de la prueba marcó el ritmo y poco a poco fue abriendo hueco con respecto a sus perseguidores. Desde el pistoletazo de salida los primeros puestos estuvieron claros. Primero, Paquillo, en solitario, seguido del irlandés Robert Heffernan y, muy cerca, un grupo de atletas entre los que se encontraban Molina, Sánchez y Mikel Odriozola.

Con el paso de los kilómetros y con el sol apretando de lo lindo, fueron incrementándose las diferencias. Odriozola, que había optado a los 20 en vez de intentar revalidar su dominio en los 50, con cinco títulos casi consecutivos, se fue quedando atrás mientras que la lucha, debido a la gran superioridad de Paquillo, era por la medalla de plata. Molina, el promesa Sánchez y Heffernan protagonizaron una encarnizada pugna, los dos primeros por el podio y el irlandés buscando una buena marca para acudir a la Copa del Mundo de Osaka e, incluso, a los Juegos de Pekín.

En el tramo final de la prueba Paquillo imprimió una marcha imposible se seguir para sus rivales. El granadino, que corría contra sí mismo y tampoco necesitaba hacer ninguna gran marca, probó que está en una gran forma y dispuesto a ganarlo todo esta temporada. Las últimas vueltas las completó en menos de ocho minutos cada una. 56'14" a falta de tres vueltas (6 kilómetros); 1'04"08 en la penúltima y 1'12"02 en la última. Eso hizo que los últimos metros fueran un paseo triunfal y que se alzara con la victoria con un tiempo de 1h19'52".

El resto de marchadores sólo pudieron rendirse a la evidencia y quedarse a la zaga del granadino que, de seguir con esta progresión, sería una auténtica sorpresa verle lejos del primer puesto del podio en Osaka, primero, y en los Juegos de Pekín 2008, en el que su gran reto es superar la plata lograda en Atenas 2004.

Y ahora una pregunta:
¿Cómo es posible que en una carrera de 20km en la que participan más de 30 tíos y uno baje de 1:20, dos de 1:23, seis de 1:25 y diez de 1:30, el único que marche antirreglamentariamente según los jueces sea uno que iba a ritmo de 1:50? ¿Seguro que era el único? ¿Seguro, seguro?

domingo, 4 de marzo de 2007

Vigesimosexto



No competía en un Campeonato de España Absoluto desde 1992. Entonces fue un 50km y me descalificaron. El último campeonato de 20km que disputé fue en 1989, cuando todavía aquellos campeonatos se celebraban en pista, y quedé el decimoséptimo. Para ser exactos, el decimoséptimo y último. Hoy en Santa Eulalia he finalizado en 26º lugar. O sea, que he finalizado. Y además, no el último (hemos terminado 29). Y en 1:45:51.
Antes de irme a dormir -es tarde-, miro mis papeles: con la de hoy cuento ya 57 carreras de 20km (con tres abandonos y dos descalificaciones). 32 de esas carreras las he terminado en menos de 1:45:00; 27 en menos de 1:43:00; 21 en menos de 1:40:00; 16 en menos de 1:38:00; 7 en menos de 1:35:00; 3 en menos de 1:33:00 y 1 en menos de 1:31:00 (evidentemente, estos últimos eran otros tiempos).
Foto gentileza de Manolo Treus.

viernes, 2 de marzo de 2007

"Apresurémonos, que va a llover"


Si uno hace un recorrido por los blogs de marchadores abiertos en la red descubre que la mayoría de ellos están encabezados por una cita. Habrá que suponer que esta cita, en casi todos los casos anónima, expresa la postura del marchador en cuestión ante el deporte y la vida. Vamos, digo yo.
"La gran victoria que hoy parece fácil es el resultado de una serie de pequeñas victorias que pasaron desaparecibidas (sic)"
Blog de José I. Díaz

"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran sino en la intensidad con que suceden"
Blog de Juanma Molina

"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles" (Bertolt Brecht)
Blog de Benjamín Sánchez

"La constancia es la virtud por la que todas las cosas dan su fruto"
Blog de Jorge I. Silva

Este blog no tiene cita que lo encabece, aunque uno ha ido haciéndose también su propia colección de frases que le gustan, la mayoría extraídas de novelas. Como por ejemplo...
"Como todas las naturalezas tenaces carecía por completo de sentido del ridículo"
De "Novela de ajedrez", de Stefan Zweig.

"Lo que pierdas de grande, no te falte de noble"
De "Cyrano" de Edmond Rostand

"Creo que uno tiene que amar algo, o al menos tener afición por algo, algo que valga la pena, aunque sean solo las putas y la cerveza"
De "Flashman y el ángel del Señor", de George MacDonald Fraser

"Su instinto de hombre de éxito le había enseñado, mucho tiempo atrás, que una reputación se construye sobre los modales tanto como sobre los hechos meritorios"
De "El agente secreto", de Joseph Conrad

"Yo me bato porque me bato"
De "Los tres mosqueteros", de Alejandro Dumas

"Este español está loco o borracho"
De "Moby Dick", de Herman Melville.
Pero caso de tener que incluir alguna ahí arriba elegiría aquella frase con la que el gran George Carpentier se dirigía a sus rivales al sonar la campana que daba inicio a sus combates, allá por los principios del siglo XX: "Apresurémonos, que va a llover".