6 horas de Valencia: la crónica
Da igual la prueba que sea. Tanto es si se trata de unas 6 horas o de unos 6 días. Al final siempre acaba ocurriendo lo mismo. El tiempo, que no pasa. Y las piernas te pesan y notas como se te está hinchando un pie, y te lamentas y juras en voz baja, y tuerces el gesto y aprietas los dientes, pero cuando vuelves a mirar el reloj no ha pasado más que un minuto o minuto y medio desde la última vez que lo miraste. Y lo único que quieres es que esto se acabe de una vez para poder irte a casa por fin. Pero tienes que aguantar porque aún falta al menos una hora. Y no puedes decir que no supieras que iba a ser así. Has ido ya a demasiadas carreras como para olvidarte de que esta parte nunca cambia. Así que tampoco esperabas que en estas 6 horas de Valencia la cosa fuese diferente. Y sin embargo lo ha sido, oye. No hace ni media hora que ha terminado la carrera y ya están sirviendo la paella.
Da igual la prueba que sea. Tanto es si se trata de unas 6 horas o de unos 6 días. Al final siempre acaba ocurriendo lo mismo. El tiempo, que no pasa. Y las piernas te pesan y notas como se te está hinchando un pie, y te lamentas y juras en voz baja, y tuerces el gesto y aprietas los dientes, pero cuando vuelves a mirar el reloj no ha pasado más que un minuto o minuto y medio desde la última vez que lo miraste. Y lo único que quieres es que esto se acabe de una vez para poder irte a casa por fin. Pero tienes que aguantar porque aún falta al menos una hora. Y no puedes decir que no supieras que iba a ser así. Has ido ya a demasiadas carreras como para olvidarte de que esta parte nunca cambia. Así que tampoco esperabas que en estas 6 horas de Valencia la cosa fuese diferente. Y sin embargo lo ha sido, oye. No hace ni media hora que ha terminado la carrera y ya están sirviendo la paella.
Foto: Fsport.es
8 comments:
Te pasa igual que a mí,siempre me duele algo.Menudo paellón,os tengo envidia cochina.Un saludo de Bernabé.
Ostras Bernardo, si te duele a ti, imaginate a nosotros que somos malos, encima quedamos de los ultimos y al llegar a meta no queda paella ni nada.
Enhorabuena.
Pues a mí no me dolió nada.... ni durante , ni después :) Cuando pasamos a ese nivel ya hablamos con el farolillo rojo.... Eso os pasa por tanta entrega.
Sandra
Ah se me olvidaba , esta crónica es de las más divertidas que he leído sobre un evento deportivo.
Disimulaste muy bien el dolor subiéndote tan airoso al escalón tan alto del podium.
sandra
Suscribo muchísimo a ese tal Román Morell, aunque para mí que no es tan malo y habla un poco de "oídas".
Con dolor y a lo mejor hasta sin pie sacaste diez kilómetros de ventaja al segundo.¡Cómo llegarían los demás! No está mal.Enhorabuena
Como siempre un placer saludarte y luego verte marchar, te doleria mucho ,pero marchando se te veia rapido,rapido.
Haber cual es la proximas donde coincidimos.
Saludos
agur
Pues me gustaría volver a la Madrid-Segovia, aunque supongo que tú esos días estarás descansando tras la Spartathlon. Así que si no nos vemos antes, suerte.
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