28 horas Internacionales de Roubaix. Mi quinta participación. Esta vez, sin embargo, decido cambiar de táctica. Tres décadas y una cincuentena de pruebas de más de 24 horas después, la otra, desgraciadamente, ya no funciona. Así que salgo mucho más lento que lo que solía. Cuando me doy cuenta voy el 17°, pero no hago caso. El plan es que la primera crisis llegue lo suficientemente tarde como para que la idea de irme a casa ya no sea una opción tentadora. Y, en efecto, cuando esta me llega, a falta de nuene horas, ya voy quinto y no me queda otra que aguantar. No diré que hayan sido las 9 horas más largas de mi vida, pero por ahí cerca andará la cosa. Al final, eso, quinto con 198 km.
Foto: C.A.