La salida del sol... Pues bien, oye, qué voy a decir, pero tampoco fue para tanto. La vista... Pues cuando hay nubes poca cosa. Ni las siete islas, ni seis, ni cinco, ni cuatro... Vamos, que desde la cima solo se veía la misma Tenerife y no toda. Y el madrugón que habíamos tenido que pegarnos... Y el frío que hacía allí arriba... Y entonces apareció la sombra del Teide, extendiéndose sobre el mar de nubes. La leche, oye.
miércoles, 7 de mayo de 2008
La sombra
La salida del sol... Pues bien, oye, qué voy a decir, pero tampoco fue para tanto. La vista... Pues cuando hay nubes poca cosa. Ni las siete islas, ni seis, ni cinco, ni cuatro... Vamos, que desde la cima solo se veía la misma Tenerife y no toda. Y el madrugón que habíamos tenido que pegarnos... Y el frío que hacía allí arriba... Y entonces apareció la sombra del Teide, extendiéndose sobre el mar de nubes. La leche, oye.
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1 comments:
Todavía alucino que os haya localizado a Granota y a tí por separado y que después os rejunteis.
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