Maratones, ultramaratones, ironmanes, travesías, ascensiones y descensos en tiempo récord, vueltas a España, al mundo, a la Luna... Pero todavía hoy sigo sin ver que nadie haya acometido el reto más grande de todos. El reto con el que no podrían ni Josef Ajram, ni Ricardo Abad, ni Serge Girard, ni todos esos otros arrojados deportistas que tanta admiración despiertan: el reto imposible.
Lo propongo aquí y ahora. Consistiría en plantearse un reto, prepararlo, llevarlo a cabo, finalizarlo con éxito y no contarle nada a nadie. A ver si hay huevos.