Sandra Yerga y Sara Alonso participaron hace unos días en la prueba de 5.000 metros marcha del Campeonato del Mundo Juvenil en Ostrava. Un juez las hizo parar dando por terminada su prueba cuando realmente les faltaba todavía una vuelta y luego, en las clasificaciones oficiales se las dio por retiradas al no haber cubierto la distancia reglamentaria.
Reconozcámoslo: a los jueces de marcha, ver la pérdida de contacto se les da muy mal, pero contar hacia atrás tampoco es que se les dé mucho mejor que se diga. La segunda, tercera y cuarta carrera de 10.000 metros de mi vida tuvieron solo 24 vueltas (y una fue un campeonato de España). Años más tarde volví a hacer una carrera más con vuelta de menos (aunque tampoco es así porque yo, por aquello del prurito personal, di todas las vueltas, a pesar de que los jueces se empeñaron en tomarme tiempo cuando todavía me faltaba una). Y en al menos un par de pruebas más hube de ser yo mismo el que tuviera que decirle a los jueces cuál era el número correcto de vueltas que me restaba dar porque ellos se habían hecho la picha un lío.
Casi todas las clasificaciones de los campeonatos de España de 20km marcha en pista en las que he participado (entre 1983 y 1989) son falsas. En aquellas carreras, con treinta tíos sobre la pista, siempre había alguien -y casi siempre más de uno- que hacía una vuelta de más o de menos, clasificándose en una posición que no es la que realmente le correspondería: un tío que iba octavo y se acababa clasificando decimotercero; otro que iba duodécimo y sin pasar a nadie acababa cruzando la meta en noveno lugar (como yo mismo en Madrid en 1986)...
Reconozcámoslo: a los jueces de marcha, ver la pérdida de contacto se les da muy mal, pero contar hacia atrás tampoco es que se les dé mucho mejor que se diga. La segunda, tercera y cuarta carrera de 10.000 metros de mi vida tuvieron solo 24 vueltas (y una fue un campeonato de España). Años más tarde volví a hacer una carrera más con vuelta de menos (aunque tampoco es así porque yo, por aquello del prurito personal, di todas las vueltas, a pesar de que los jueces se empeñaron en tomarme tiempo cuando todavía me faltaba una). Y en al menos un par de pruebas más hube de ser yo mismo el que tuviera que decirle a los jueces cuál era el número correcto de vueltas que me restaba dar porque ellos se habían hecho la picha un lío.
Casi todas las clasificaciones de los campeonatos de España de 20km marcha en pista en las que he participado (entre 1983 y 1989) son falsas. En aquellas carreras, con treinta tíos sobre la pista, siempre había alguien -y casi siempre más de uno- que hacía una vuelta de más o de menos, clasificándose en una posición que no es la que realmente le correspondería: un tío que iba octavo y se acababa clasificando decimotercero; otro que iba duodécimo y sin pasar a nadie acababa cruzando la meta en noveno lugar (como yo mismo en Madrid en 1986)...
2 comments:
Jolin. Y eso se queda así y ya está? O se puede presentar una hoja de reclamaciones?
aqui en madrid también pasa a menudo, quien no recuerda aquella liga de madrid donde la cabeza ibamos hablando, vaya!!de paseo!!y aun así hicimos 47 minutos!!hace poco también ocurrió pero esta vez solo con una atleta.
Pero la marcha no solo se caracteriza por ese tipo de incidentes, sino también por los circuitos mal medidos, tanto de mas como de menos, las pruebas sin jueces....en fin...magnífico este mundo el de la marcha,....verdad??es siempre tan exacto...
Publicar un comentario