NUEVA YORK. AP. La atleta Marion Jones ha devuelto las cinco medallas que ganó en las Olimpiadas de 2000 en Sydney, luego de confesar que consumió drogas que mejoran el desempeño.
Esto lo publiqué hace años en Última Hora. Menudo ojo.
Marion
Jueves 13 de agosto, 2001
Puestos a hacer balances, de este último campeonato del mundo de atletismo, más que toda esa mandanga de los récords y las medallas, si hay que destacar algo digo yo que habrá de ser que por fin nos hemos quitado de encima a C.J. Hunter. Ustedes no sé, pero yo ya no aguantaba un minuto más a ese tipo. Si ya resultaba bastante molesto tener que verlo peso en mano en plena competición, descubrir su presencia en las gradas, gesticulando y dando alaridos cada vez que Marion Jones corría la recta, se me hacía verdaderamente insufrible. Ella habrá perdido los cien metros pero con su divorcio hemos salido ganando todos.
Con Marion Jones me pasó al principio lo que me ha pasado siempre con los velocistas: me caen mal por sistema. No soporto todo ese trascendentalismo impostado, ese mariconeo ritual al que se entregan en los instantes previos a la orden del juez de salida: sus tics maniáticos, sus supersticiones absurdas, sus brincos de colegiala neurasténica, sus cachetitos en los muslos... Y todo para nueve segundos de mierda. Además, no me creo la mayoría de sus marcas, empezando por los 10.49 de Florence Griffith. Ni borracho, oye (claro que igual es que yo soy un descreído total, porque tampoco me trago los cinco tours de Indurain). Pero con Marion, repito, eso sólo fue al principio. Hay velocistas cuyo nombre define por si solo una época y ante los que uno, ganen siempre o no, acaba finalmente rindiéndose: Ashford, Drechsler, Ottey... Es también el caso de Marion. Que además es de las pocas que no tiene bigote.
Y ahora que lo pienso, todavía no se ha visto que ningún marchador haya devuelto las medallas que ha ganado corriendo. A ver si ahora Marion Jones nos va a tener que dar lecciones de honradez.
3 comments:
¿Mariconeo ritual? ¿colegiala neurasténica? Uy, cómo delata el lenguaje que se usa...
Lo mejor es que el oro del 100 pasa a la griega que se saltó tres controles de la IAAF y se fugó de la villa olímpica con Kenteris y simularon un accidente de moto, que por cierto no ocurrió, y estaron ambos ingresado en el hospital hasta que la sangre hizo un "lavado general".
Hay ciertas decisiones que me sobrepasan...
Yo tampoco aguanto a los velocistas que dicen que los que no sirven... pal fondo!
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