Si parece que estás corriendo, es que estás corriendo

Encontrar una definición de marcha que satisfaga a todos ha sido desde siempre una tarea poco menos que imposible. Desde finales del siglo XIX hasta hoy, el reglamento ha sufrido numerosas modificaciones, hasta el punto que el estilo de muchos de los ganadores de las pruebas olímpicas anteriores a 1964 en la actualidad se consideraría ilegal. Pero no solo es la marcha la que es difícil de definir de una manera "científica". En el Racewalking Group, uno de sus miembros se interesa por una posible definición de caminata deportiva (hay que tener en cuenta que en EEUU las competiciones de marcha de gran fondo se disputan al margen de las normas de la IAAF precisamente por la contradicción que existe entre el reglamento de la marcha y la técnica que se impone en estas pruebas). Está claro que la pérdida de contacto convierte por si sola la caminata en carrera, por lo que por esa parte no hay problema alguno, pero... ¿qué hacemos con la flexión? Aunque en la marcha atlética se ha erradicado la flexión, lo cierto es que al caminar todo el mundo flexiona un poco, por lo que la flexión -así en general- no puede considerarse algo opuesto a la mecánica de la caminata deportiva. Sin embargo, todos hemos visto a corredores populares pasados de kilos y/o bajos de forma desplazarse con gesto de carrera -flexión incluida-, pero sin levantar los dos pies del suelo al mismo tiempo. ¿Caminan, entonces? No puede decirse que lo hagan, la verdad. Ello nos lleva a concluir que a partir de un determinado ángulo de flexión la caminata se convierte en carrera (o como mínimo, deja de ser caminata). Pero aun cuando fuera posible establecer en grados los parámetros legales de esa flexión para incluirlos en la definición como elemento objetivo de la misma, no sería factible juzgarla en directo. Jack Tregurtha, apasionado neocelandés de la marcha, apunta la definición de caminata deportiva más simple y que más ajustada me parece: "Si parece que estás corriendo, es que estás corriendo".