Veterano, lo justo

No soy particularmente aficionado a participar en las pruebas exclusivas para veteranos. Hasta ahora no he asistido a ningún campeonato internacional y en lo que se refiere a los nacionales, solo a los de ruta (y eso porque desde 2004 se organizan conjuntamente con el resto de categorías). Este mismo año, ante la opción de participar en el 10km veterano o en el nuevo campeonato de 20km senior, he optado por este en lugar de aquel aun sabiendo que iba a tener que romperme los cuernos para no quedar el último (eso si no me descalificaban).
Y todo ello porque, a mi juicio, lo esencial en cualquier competición deportiva con pretensiones es que tenga un mínimo de credibilidad, y no se puede negar que los campeonatos de veteranos tienen carencias importantes en ese sentido. Para ilustrar lo que digo con un caso concreto puedo servirme de mi propia experiencia. El año pasado me llevé la medalla de bronce en el nacional veterano M40 sobre 10km. Pero es que yo no fui el tercer marchador de más de 40 años en llegar a meta. Ignasi Melo, que tiene más de 50, lo hizo antes que yo. ¿A qué viene darme una medalla? Aunque los reglamentos digan lo contrario, lo justo habría sido dársela a Melo. Yo no me la creo.
Esa credibilidad se echa en falta también en las listas de récords que mantiene la WMA. El récord mundial M70 de los 50km lo tiene Charles Colman con 5:33:21. Admirable, sí, pero es que el M75 es de 5:19:34, de James Grimwade. Si por mi fuera, el récord M75 de Grimwade sería reconocido también como récord M70. Por pura lógica, cada categoría de veteranos debe incluir las inferiores. Un atleta M75 es también M70, M65, M60, y así hasta M35. De hecho, puede competir en un campeonato absoluto. Imaginemos que un atleta M45 bate el récord mundial absoluto de 50km marcha. Sería récord mundial absoluto y M45, ¡¡¡pero no M40!!!