viernes, 27 de octubre de 2006

43 kilómetros y dos bocadillos

Este verano, en mi preparación para los 200km de Dijon introduje como novedad una serie de salidas casi semanales de un mínimo de 40 kilómetros a tan solo un 75% del esfuerzo (esto es, en torno a 7:30 el km, un minuto más de lo que ya hubiera sido considerado un ritmo lento). El plan era no castigarse demasiado, teniendo en cuenta que estábamos en agosto y septiembre y que esto es Mallorca.
Visto el resultado de Dijon, el balance final no puede ser más desastroso. Sin embargo, como durante esas sesiones largas pero suaves que combinaban zonas urbanas y de carretera me lo pasé bien, he dedicido recuperarlas al menos para esta primera fase de la temporada.
Así que esta mañana ha sonado el despertador a las seis y media, he desayunado convenientemente, me he colgado a la espalda una bolsa con el avituallamiento -un botellín de agua y un par de bocadillos- y he salido a la calle para hacerme 43 km de marcha.
He vuelto 5 horas y 31 minutos después con una ampolla en la planta del pie.

1 comments:

Anónimo dijo...

Para mi estás en otra dimensión Bernardo. Desde luego.

Por cierto por tu influencia, llevo 28 días consecutivos corriendo y ya da rabia parar.