El bueno de Santiago Seguí parte uno de estos días hacia Malasia para, entre otras cosas, participar en las 24 horas de marcha que se celebrarán en Kuala Lumpur este próximo fin de semana. Este año el que no va soy yo porque, sencillamente, no me han invitado. Quedé quinto en la primera edición, gané la segunda y quedé segundo en la tercera, pero esta cuarta la seguiré a distancia. A Santiago no se lo he querido decir porque es amigo mío, pero sospecho que del hecho de que no me hayan invitado este año tiene buena parte de culpa él. "Si ya viene un español, ¿para qué coño vamos a invitar a otro? -habrán pensado, no sin algo de razón, los organizadores-. No vamos a convertir las 24 horas de Malasia en un campeonato de España."
En fin, que lo de volver a sentarme en el Writer's Bar del hotel Raffles de Singapur y pedirle al camarero un café con leche mientras me creo lord Jim tendrá que ser en otra ocasión.
Santiago boleh! Pam tandas!
En fin, que lo de volver a sentarme en el Writer's Bar del hotel Raffles de Singapur y pedirle al camarero un café con leche mientras me creo lord Jim tendrá que ser en otra ocasión.
Santiago boleh! Pam tandas!
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