Alain Moulinet, antiguo campeón de Francia de los 100km, publicó en 2005 este artículo en la web del club ASPTT de Toulouse abogando por un cambio drástico en la marcha, tanto en lo que hace referencia al reglamento como a las distancias de competición. Curiosamente, Alain es el padre de Bertrand Moulinet, internacional con el equipo de Francia en los 20km de la Copa del Mundo de Cheboksari. Extracto las partes esenciales del artículo. (La traducción completa, aquí.)
La marcha atlética corre hacia su perdición
Como es bien sabido, no hay más ciego que el que no quiere ver.
En las retransmisiones televisadas de las pruebas de marcha de los últimos campeonatos del mundo de Helsinki, los comentarios de los periodistas han puesto involuntariamente en evidencia lo absurdo del reglamento actual de la marcha. Para justificar el hecho de que, ralentizando las imágenes, se ve al vencedor de los 20km en suspensión, se sice que "esta ausencia de contacto con el suelo no era visible a simple vista por los jueces, por lo que su marcha es totalmente legal". Dicho de otra manera: "no se ve, no existe". Con este mismo razonamiento, ¿por qué no justificar también a un campeón del mundo de maratón que tomara el metro en una parte del recorrido sin ser visto por nadie...?
¿Serán los jueces de marcha los últimos indios en comunicarse con señales de humo? Enpecinarse en el error de mantener un reglamento tan anacrónico no es prestarle u servicio a la marcha. La dificultad de juzgar la legalidad de las pruebas de marcha ha sido siempre el argumento principal de sus detractores.
(...)
Además de ser apasionado, hay que ser realista. La regla del "no se ve, no existe" es muy débil, y no es persistiendo en este camino como la marcha aumentara su popularidad, ya muy baja (dicho sea eufemísicamente).
Para devolver a la marcha sus títulos de nobleza, hace falta volver a lo esencial: "la marcha es una progresión paso a paso de tal manera que existe contacto ininterrumpido con el suelo".
Un solo principio simple y comprensible para todo el mundo, y para aplicarlo, dos reglas incontrovertidas:
- antes de toda sanción, los juees deben asegurarse por la ayuda del vídeo.
- las distancias de las competiciones deben ser adaptadas al gesto de la marcha.
(...)
El principio de la pierna recta es demasiado subjetivo para ser juzgado y no siempre es apropiado. La piena recta no es más que una necesidad técnica para la "marcha de velocidad", y esta tensión puede variar en función de las morfologías y de los estilos de marcha.
En este punto del reglamento está el origen de decisiones absurdas. Hoy no se sanciona la marcha en suspensión con la pierna recta, pero en contraposición se descalifica a un marchador que exhibe un estilo natural, es decir, atacando el suelo con la pierna ligeramente flexionada pero con un contacto permanente indiscutible.
Esta situación es muy dañina para la credibilidad de las pruebas de marcha y tiene como única causa las pruebas sobre distancias demasiado cortas, que permiten velocidades incompatibles con el gesto de la marcha.
En una entrevista con la revista «Sport & Vie» de marzo-abril 2005, el múltiple campeón del mundo y olímpico Robert Korzenioski reconocía que es muy difícil conservar el contacto con el suelo a partir de los 14,500 km/h. (4:08 el km). Explicó, además, que test realizados sobre tapiz rodante han demostrado la imposibilidad de mantener el contacto con el suelo, aunque sea un breve instante, a más de 16km/h (3:45 el km). Y sobre el tapiz rodante,el esfuerzo por alcanzar esta velocidad es mucho menor que en la realidad, dada la ausencia de impulsión a realizar.
Los kinogramas realizados en los 20km de los campeonatos de Europa de Roma de 1974 (foto) de dos iconos de la marcha de los años 70, el ruso Golubnichi, primero con 1h29'30 y el alemán Kannenberg, segundo con 1h29'38, muestran bien claramente la dificultad de mantener contacto con el suelo, y la velocidad media no era más que de 13,400km/hora (4:28 el km).
Por tanto, no es posible hoy conseguir un título en 20km sin "correr con las piernas rectas" y sobre un 50 no se está ya muy lejos (cerca de 14km/h de media).
(...)
Como reacción a las imágnes televisadas en 1968 de la llegada de los 20km marcha de los JJOO de México, donde el mejicano Pedraza se lanzó a "morir" sobre el ruso Golubnichi y se llevó una medalla de plata con un estilo poco ortodoxo, el más infatigable de los apóstoles de la marcha, Emile Anthoine, como una última voluntad testamentaria, escribió en el anuario "Marcha 69" poco antes de su muerte: "la marcha de velocidad es un sin sentido, y es urgente suprimir la prueba de 20km y reemplazarla por un 100km".
Hoy, la mejor marca mundial sobre 100km está en posesión del bielorruso Viktor Ginko con 8h36', lo que representa una media de 11.627 km/h (5:10 el km). No hay duda de que si toda la élite mundial de la marcha se especializase sobre esta distancia, la mejor marca se aproximaría rápidamente a las 8 horas, pero la media horaria (12.500km/h; 4:48 el km) seguiría estando dentro de esa incuestionable frontera "marcha-carrera" de los 14km/h (7h09' en 100km).
La oficialización de esta única distancia para todos los grandes campeonatos facilitaría el reconocimiento de la marcha por el gran público. La lógica seria respetada en el sentido de que la distancia recorrida por los marchadores sería superior a la del maratón de los corredores. El juzgamiento se vería también facilitado, dado que la suspensión es una falta técnica muy visible a una velocidad inferior a 12km/h (5:00 el km), y, en caso de duda, la prueba sería lo suficientemente larga para asegurarse mediante el uso del vídeo.
El éxito de una actividad deportiva reposa esencialmente en el ejemplo dado por su élite. Los 100km marcha en los JJOO permitirían exprimir toda la quintaesencia de la marcha y suscitar vocaciones.
Para concluir, estos no son sino vías de reflexión para un debate constructivo que es siempre el origen del progreso. De todas formas, una sola cosa es cierta, la marcha atlética no se puede dispensar a sí misma de reformas salvadoras, dado que continuar con la política del avestruz es dejarla correr hacia su perdición.
Por ALAIN MOULINET
Campeón de Francia de 100km marcha 1977 (9h27'35) y 1978 (9h27'02) y poseedor de la mejor marca francesa
Campeón de Francia de 100km marcha 1977 (9h27'35) y 1978 (9h27'02) y poseedor de la mejor marca francesa
Como es bien sabido, no hay más ciego que el que no quiere ver.
En las retransmisiones televisadas de las pruebas de marcha de los últimos campeonatos del mundo de Helsinki, los comentarios de los periodistas han puesto involuntariamente en evidencia lo absurdo del reglamento actual de la marcha. Para justificar el hecho de que, ralentizando las imágenes, se ve al vencedor de los 20km en suspensión, se sice que "esta ausencia de contacto con el suelo no era visible a simple vista por los jueces, por lo que su marcha es totalmente legal". Dicho de otra manera: "no se ve, no existe". Con este mismo razonamiento, ¿por qué no justificar también a un campeón del mundo de maratón que tomara el metro en una parte del recorrido sin ser visto por nadie...?
¿Serán los jueces de marcha los últimos indios en comunicarse con señales de humo? Enpecinarse en el error de mantener un reglamento tan anacrónico no es prestarle u servicio a la marcha. La dificultad de juzgar la legalidad de las pruebas de marcha ha sido siempre el argumento principal de sus detractores.
(...)
Además de ser apasionado, hay que ser realista. La regla del "no se ve, no existe" es muy débil, y no es persistiendo en este camino como la marcha aumentara su popularidad, ya muy baja (dicho sea eufemísicamente).
Para devolver a la marcha sus títulos de nobleza, hace falta volver a lo esencial: "la marcha es una progresión paso a paso de tal manera que existe contacto ininterrumpido con el suelo".
Un solo principio simple y comprensible para todo el mundo, y para aplicarlo, dos reglas incontrovertidas:
- antes de toda sanción, los juees deben asegurarse por la ayuda del vídeo.
- las distancias de las competiciones deben ser adaptadas al gesto de la marcha.
(...)
El principio de la pierna recta es demasiado subjetivo para ser juzgado y no siempre es apropiado. La piena recta no es más que una necesidad técnica para la "marcha de velocidad", y esta tensión puede variar en función de las morfologías y de los estilos de marcha.
En este punto del reglamento está el origen de decisiones absurdas. Hoy no se sanciona la marcha en suspensión con la pierna recta, pero en contraposición se descalifica a un marchador que exhibe un estilo natural, es decir, atacando el suelo con la pierna ligeramente flexionada pero con un contacto permanente indiscutible.
Esta situación es muy dañina para la credibilidad de las pruebas de marcha y tiene como única causa las pruebas sobre distancias demasiado cortas, que permiten velocidades incompatibles con el gesto de la marcha.
En una entrevista con la revista «Sport & Vie» de marzo-abril 2005, el múltiple campeón del mundo y olímpico Robert Korzenioski reconocía que es muy difícil conservar el contacto con el suelo a partir de los 14,500 km/h. (4:08 el km). Explicó, además, que test realizados sobre tapiz rodante han demostrado la imposibilidad de mantener el contacto con el suelo, aunque sea un breve instante, a más de 16km/h (3:45 el km). Y sobre el tapiz rodante,el esfuerzo por alcanzar esta velocidad es mucho menor que en la realidad, dada la ausencia de impulsión a realizar.
Los kinogramas realizados en los 20km de los campeonatos de Europa de Roma de 1974 (foto) de dos iconos de la marcha de los años 70, el ruso Golubnichi, primero con 1h29'30 y el alemán Kannenberg, segundo con 1h29'38, muestran bien claramente la dificultad de mantener contacto con el suelo, y la velocidad media no era más que de 13,400km/hora (4:28 el km).
Por tanto, no es posible hoy conseguir un título en 20km sin "correr con las piernas rectas" y sobre un 50 no se está ya muy lejos (cerca de 14km/h de media).
(...)
Como reacción a las imágnes televisadas en 1968 de la llegada de los 20km marcha de los JJOO de México, donde el mejicano Pedraza se lanzó a "morir" sobre el ruso Golubnichi y se llevó una medalla de plata con un estilo poco ortodoxo, el más infatigable de los apóstoles de la marcha, Emile Anthoine, como una última voluntad testamentaria, escribió en el anuario "Marcha 69" poco antes de su muerte: "la marcha de velocidad es un sin sentido, y es urgente suprimir la prueba de 20km y reemplazarla por un 100km".
Hoy, la mejor marca mundial sobre 100km está en posesión del bielorruso Viktor Ginko con 8h36', lo que representa una media de 11.627 km/h (5:10 el km). No hay duda de que si toda la élite mundial de la marcha se especializase sobre esta distancia, la mejor marca se aproximaría rápidamente a las 8 horas, pero la media horaria (12.500km/h; 4:48 el km) seguiría estando dentro de esa incuestionable frontera "marcha-carrera" de los 14km/h (7h09' en 100km).
La oficialización de esta única distancia para todos los grandes campeonatos facilitaría el reconocimiento de la marcha por el gran público. La lógica seria respetada en el sentido de que la distancia recorrida por los marchadores sería superior a la del maratón de los corredores. El juzgamiento se vería también facilitado, dado que la suspensión es una falta técnica muy visible a una velocidad inferior a 12km/h (5:00 el km), y, en caso de duda, la prueba sería lo suficientemente larga para asegurarse mediante el uso del vídeo.
El éxito de una actividad deportiva reposa esencialmente en el ejemplo dado por su élite. Los 100km marcha en los JJOO permitirían exprimir toda la quintaesencia de la marcha y suscitar vocaciones.
Para concluir, estos no son sino vías de reflexión para un debate constructivo que es siempre el origen del progreso. De todas formas, una sola cosa es cierta, la marcha atlética no se puede dispensar a sí misma de reformas salvadoras, dado que continuar con la política del avestruz es dejarla correr hacia su perdición.
6 comments:
¿Y hay kinogramas de gente marchando correctamente?
(Podríamos hacer una colección: kinogramas, caligramas, fotogramas...)
Hola¡(Soy ordeles;no se que pasa que no deja firmar)
Aunque soy de los que considera a las pruebas de ultramarcha,las que representan el autentico sentido de la especialidad y el objeto del desarrolllo de la tecnica de marcha atletica,creo que poner solo como pruebas oficiales los 100 km ,puede ser el camino mas rapido para el fin de la especialidad dentro delatletismo,digamos "oficial".¿Como vas a sacar gente desde la base si le dices que la prueba es de esa kilometrada?Si cuesta encontrar gente para pruebas de 5km o 10 km ya me contareis cuantos competirian...
Otra cosa es definir,de una vez por todas,cuales son las reglas de la marcha,de forma clara,y con criterios unificados.
Saludos
Este señor habla claro pero le falta terminar de deshojar la margarita y en algunas cuestiones discrepo totalmente de él.Para empezar la marcha de velocidad no es un sin sentido.Un ejemplo,en los JJOO de Pekín le pregunté a mi hija de 2 años que estaban haciendo los marchadores y me contestó que estaban saltando.Aunque la prueba durara solamente 1km a toda pastilla y a pesar del incremento exponencial de la frecuencia de piernas,las irregularidades se seguirían viendo.El problema es que los jueces NO QUIEREN VERLO y miran a otro lado.No es una cuestión subjetiva de la vista,no necesitamos que la televisión ralentice las imágenes para comprobarlo.Lo que ocurre es que si un juez descalificase a todos los marchadores,como haríamos la mayoría perdería inmediatamente su trabajo.Yo me pregunto quienes son los responsables últimos de todo esto y quien tendrá los cataplines para cambiar esta situación insostenible.El vídeo es absurdo,porque cada marchador tendría que tener una cámara particular que visionase todos sus movimientos ya que no se llega en grupo y sería un trabajo de chinos.La flexión es una regla absurda y contraria al movimiento natural del cuerpo humano.Hay casos inverosímiles de descalificaciones,solamente por tener una rótula prominente o por marchar encorvado hacia delante.Yo me pregunto donde está escrita la ortodoxia de la marcha,que es lo que algunos dirigentes han instaurado.También me pregunto,que tiene que ver que las distancias de las competiciones deben ser adaptadas al gesto de la marcha.Mientras no exista suspensión,cada cúal que marche como le venga en gana y dejémonos de purezas deportivas que no son más que gilipolleces.Por otra parte,subir las distancias tampoco sería la solución,porque en los km finales de la prueba a la hora de disputarse las medallas,los profesionales conseguirían medias de escándalo.En fin,es mi pequeña aportación particular.Un saludo de titoberna.
Creo -lo he escrito ya por ahí- que para que la marcha recupere la credibilidad que nunca debió perder hay que aumentar las distancias de competición. Pero también sé que eso representaría su fin como disciplina atlética medianamente mediática, porque saldría del programa de mundiales, olimpiadas, etc. Es cuestión de elegir.
Llevo años participando en pruebas de gran fondo y nunca hasta ahora he oído que nadie se quejara, ni siquiera por lo bajini, de que tal o cual fulano marchase incorrectamente. Eso no pasa en el resto de pruebas. La gente podrá decir que las pruebas de gran fondo son un coñazo, poco estéticas y aptas solo para sonados, pero las reglas se cumplen. Y ello, sencillamente, porque es mucho más difícil infringirlas. Los jueces no son los que deciden las carreras.
Las reglas no se infligen en la ultramarcha porque los atletas son amateurs.Si los profesionales subieran de distancia,otro gallo cantaría.Incluso en pruebas de 100km,ocurriría lo mismo.La credibilidad de la disciplina empieza en pruebas de 24h hacia adelante.Tampoco perdería mucho mediáticamente porque las únicas retransmisiones televisivas de la misma ocurren en JJOO,mundiales y europeos,o sea,una vez al año aproximadamente y es para desacreditarla aún más.Un saludo de titoberna.
Contrariamente a lo que dice Moulinet en el artículo, yo creo que el 100km ya está en la "zona peligrosa". Tengo el vídeo del campeoonato francés de hace seis o siete años y el ganador, René Piller, aparece perdiendo contacto (comprobado) en la primera parte de la prueba, en la que salió a por el récord del mundo a un ritmo de poco más de 5 minutos el km. En la segunda parte, ya un poco fundidillo, marchó bien.
En las 24 horas no tengo dudas de que la única manera de marchar es acorde al reglamento (sprints aparte, claro está). El récord es a un ritmo de 6 el km, y aunque se bajara, nunca se bajaría lo suficiente como para traspasar la frontera entre la marcha y la carrera.
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