Cuánto

Durante las 8 horas de Charly, algunos marchadores que habían anunciado su intención de participar en los 6 días de Antibes, me preguntaron cuál era la mejor manera de distribuir los descansos y el sueño durante las 144 horas de la prueba. Les conté mi experiencia, les dí una idea de los planes que pienso seguir este año, y les conté lo que había leído sobre los grandes marchadores y corredores del siglo XIX. Eso último procede de un artículo de Andy Milroy que que traduzco, adapto y resumo aquí. (Foto: Guy Destré)

Si tomamos como referencia las pruebas más importantes de 6 días celebradas a finales de los XIX y estudiamos la actuación de los mejores especialistas, y cómo organizaban sus horas de descanso, parece que existía cierto consenso general en el sentido de que era posible “apañarse” con aproximadamente tres horas de sueño por la noche. Naturalmente, en condiciones de alta competitividad entre dos o más contendientes, este número de horas podía verse disminuido hasta las dos o dos horas y media, y, por el contrario, con la carrera ya más o menos decidida, a cuatro. Durante el día, marchadores como Rowell , Vint o James empezaban descansando media hora cada seis horas hasta llegar a la noche, cuando realizaban un descanso mayor, normalmente de tres horas
Cuando Littlewood realizó su primer registro de talla mundial, esto es, 850km, durmió 3:45 horas la primera noche, 3:46 la segunda, 3:40 la tercera, 3:45 la cuarta, y 3:00 la quinta. Durante el día, dado que su mayor virtud era la capacidad que tenía para marchar entre 7 y 8 km/h de manera casi indefinida, nunca descansó más de cinco minutos seguidos, con la excepción del quinto y sexto días, en los que hizo descansos de 2:30 y 1:50 horas, respectivamente. En total unas 18 horas y 45 minutos de sueño en 6 días.