miércoles, 14 de septiembre de 2011

Retorno al pasado

A principios del siglo pasado fueron habituales en España las pruebas de marcha en las que los participantes competían con una mochila a la espalda. Aquello no respondía tanto a una necesidad logística cuanto a una obligación reglamentaria. Simplemente, se trataba de pruebas organizadas por entidades dedicadas al excursionismo que querían dotarlas de su propio sello. Con el tiempo, las mochilas desaparecieron de las espaldas de los marchadores para acabar pasando a las de los corredores gracias a la proliferación, sobre todo estos últimos años, de trails, maratones por el desierto, ultras y autosuficiencias varias.
Repasemos la lista: una camiseta de manga larga, cortavientos o chubasquero (en función de la previsión meteorológica), las gafas de sol, la luz frontal, la luz de posición, el botellín de agua y un paquete de klínex. La gorra la llevaré puesta. No sé si me estoy dejando algo.
Madrid-Segovia, el sábado.
Foto: AEMA

5 comments:

José Osvaldo Fernández dijo...

platanos,

no tienes platanos en esa lista.

Si yo fuese tú, llevaría unos cinco plátanos, uno cada 20 kms.

bjosemora dijo...

Confío en que estén en la lista de la organización.

Kiko Rodriguez dijo...

¿Una muda de calcetines o a pelo como siempre? Mira que hay muchas piedrecillas en el camino.

bjosemora dijo...

A pelo.

José Osvaldo Fernández dijo...

Que la suerte te acompañe...